ECONOMÍANACIONAL

Bolivia vive días dramáticos por escasez de combustible y prevén carestía en 2026

Amas de casa quejándose en los mercados por los altos precios de los alimentos, peleas a puñete entre conductores en las filas de los surtidores y clases universitarias suspendidas por la poca movilidad del transporte público, que hace filas de hasta cinco días por conseguir diésel, son algunas de las escenas que se pueden ver en los medios de comunicación y redes sociales por estos días.

La crisis de combustibles, que fue uno de los detonantes para la histórica recesión del país despues de 40 años —decrecimiento de -2,4 del PIB a junio, según el INE— provoca la desesperación de distintos sectores que buscan combustible aunque sea revendido a mayor precio.

Uno de los departamentos más golpeados es Cochabamba, donde los productores se aventuran a trasladarse hasta Santa Cruz para conseguir diésel para no perder su producción.

Rolando Morales, vicepresidente y vocero de la Cámara Agropecuaria de Cochabamba, en una entrevista con EL DEBER Radio, reveló que la siembra de verano en ese departamento cayó más de un 25% a raíz de la falta de combustible. “Estamos haciendo esfuerzos supremos para poder trabajar”, afirmó el dirigente, recordando que, pese a contar con una refinería en el departamento, el suministro de diésel se ha reducido drásticamente.

Según datos del sector, Cochabamba recibía hasta el año pasado unos dos millones de litros diarios de gasolina y diésel. “Eso ha ido cayendo. En el trópico, los cinco municipios recibían 360.000 litros día y ahora estamos en apenas 170.000. Con las declaraciones del presidente de YPFB en marzo, que generaron una ola de especulación, el recorte fue brutal”, explicó Morales.

El dirigente denunció además la proliferación de la venta ilegal de combustibles. “Hoy tenemos personas vendiendo gasolina y diésel a 13 o 15 bolivianos el litro al lado de los surtidores. Es una situación insostenible”, sostuvo.

Uno de los sectores más afectados es el bananero, principal generador de divisas por exportación de frutas del país. Morales señaló que los productores del trópico están viajando hasta Santa Cruz para comprar combustible y no perder sus mercados. “Estamos saliendo a surtidores cruceños, pagando 13 bolivianos el litro. Aun así, preferimos eso antes que perder el producto o los clientes. Son 22.000 familias que dependen del banano”, agregó.

Por su parte, el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Klaus Frerking, advirtió que “el mercado negro ha copado Santa Cruz”, así como todo el país y no hay autoridad que ponga freno.

“Ya pagamos precios de los combustibles a precio internacional (…). El mercado negro nos ganó, nos ganó la informalidad, entonces el gobierno es que da el norte del país, pero este país asi no puede continuar porque muchas familias bolivianas están sufriendo”, aseveró.

Frerking detalló que los productores bolivianos siembran, en la campaña de verano, unas 3 millones de hectáreas, de las cuales se desprende, para 2025, el 80% de la soberanía alimentaria del país. 

“En la actualidad ya tenemos cadenas productivas bien disminuidas. En Beni, en este momento, hay una ventana de siembra de verano de arroz; tenemos que sembrar 100 mil hectáreas hasta las primeras lluvias, entre el 20 y 20 de noviembre. Si no sembramos en esa ventana, quiere decir que el próximo año vamos a tener déficit en la producción de arroz”, señaló el dirigente agropecuario.

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