Datos de encuestas no son definitivos, pero son usados como propaganda
Las encuestas de preferencia electoral de los precandidatos para las elecciones nacionales del próximo 17 de agosto tienen la finalidad de medir la temperatura electoral del momento específico y, de alguna manera, influir en el grupo de indecisos. Sin embargo, los datos son dinámicos, de acuerdo con la coyuntura y el comportamiento de los precandidatos, coincidieron los analistas.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) lanzó el último jueves la convocatoria oficial a los comicios nacionales .
El analista Willian Herrera señaló que la finalidad de las encuestas es “testear” el comportamiento electoral en relación con ciertos precandidatos.
En las últimas semanas, se conoció al menos tres encuestas de preferencia de votación, todas con datos diferentes. Algunas incluyeron políticos que aún no confirmaron su decisión de participar en las justas electorales.
Para Herrera, los porcentajes difundidos son “solo números provisionales porque no hay nada cerrado ni discutido, es sólo una fotografía del momento”.
Herrera advirtió que las tendencias pueden ir cambiando dependiendo del comportamiento y de las decisiones que se vayan tomando los candidatos dentro del proceso electoral.
Puso como ejemplo el caso del presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, a quien se incluyó en las encuestas como un precandidato aunque no manifestó su interés de candidatear.
Sobre el tema, la politóloga María Teresa Zegada sostuvo que las encuestas son muy útiles para los candidatos porque les sirve para conocer la preferencia ciudadana en relación con los otros. Aclaró que se trata de datos muy furtivos y de periodos específicos. “De aquí al próximo mes, ese escenario puede variar, porque se mueven todos los candidatos, entonces hay una interacción permanente entre ellos en la que unos suben y otros bajan”, dijo.
Las encuestas son útiles para que los candidatos conozcan su situación; pero también son muy utilizadas como publicidad y propaganda política, destacó Zegada.
“Ver un candidato despuntando, aunque no lo esté en realidad, es un punto más en su carrera electoral porque aparte del interés del candidato hay también un uso político de las encuestas”, añadió la politóloga.
Zegada habló de un manejo arbitrario de las últimas encuestas de diverso origen y con resultados “tan cambiantes y tan variables”.
Herrera coincidió con la politóloga sobre la influencia de las encuestas. “Así que el que diga que no toma en cuenta las encuestas, yo creo que no está diciendo la verdad», dijo.
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